viernes, 8 de junio de 2012

Cáceres

Cáceres
Hola a todo el mundo. Acabo de volver de una escapada a Cáceres, una ciudad para descansar de tanto estrés madrileño y tanto veneno informativo. Llevaba bastante harta un tiempo y mi chico, viendome los pelos como escarpias y un caracter más parecido al del limón que de costumbre, me dió pié para tomar la decisión y desenchufar.. Así que el jueves pasado tiramos del cable de la rutina y nos metimos en el regional  que lleva a Cáceres. No tuvimos la suerte de pillar los media distancia nuevos, y nos tocó el antiguo regional que llevo toda la vida viendo pasar por mi pueblo. Esté prometía ser un viaje al pasado en todos los sentidos.

No pienso reemplazar al punto i de información turística, que ellos lo hacen muy bien, esta es una entrada de, lo que me ha gustado y lo que no, para que otras almas de pollo como nosotros,  no piquen. 

Cáceres medieval
Lo primero de todo, ponte calzado cómodo. Si lo que quieres es ver Cáceres y empaparte de su ciudad vieja y bien conservada, calzate para subir y bajar calles medievales empedradas. Yo sinceramente me mato con tacones en el felpudo de mi casa, y sé que hay chicas que van con los tacones como si fueran descalzas por caminos de cabras. Dependiendo de lo propensas a los esguinces de tobillo que seais, ya decidís vosotras. Cada una es muy dueña de su vestuario, yo ahí lo dejo.
Ropa fresquita y agua. Repito que la ciudad es preciosa pero con subidas y bajadas considerables, y a partir de determinadas fechas, ya aprieta el calor.
Una buena cámara de fotos. Por dios, esos momentos hay que inmortalizarlos.
Busca el punto i de información turística. Lo tienes en la Plaza Mayor
La mejor época para visitar esta zona: Primavera y Otoño




Alojamiento:
Nuestra habitación
La suerte quiso que descubrieramos una oferta de un hostal peculiar. El Palacete de la Alameda. Resulta que ahora está de moda todo aquello a lo que la gente llama "Vintage". Bueno pues como no soy yo tan "glamurosa" para estos términos, os diré que  voy a sustituir este término, que a mi me parece tan ambiguo y no muy descriptivo,  por otro que me parece que hace esta labor más claramente. Bueno a lo que voy que me lío. En El Palacete de la Alameda, descubrimos el auténtico sabor de antaño. (Este término me gusta más, es más nuestro) Una casa antigua recuperada, donde se conservan los elementos de otras épocas, desde los suelos originales, hasta los muebles, con un ambiente que te transporta a un mundo que no es el nuestro, con patios donde puedes desayunar, balcones de hierro,  escaleras al pasado y habitaciones de techos altos y siestas frescas.
Un gran baño
Nuestra habitación era muy grande, y el baño que contenía  era, más que espacioso, con bañera y todo, vamos que se podía bailar de haberlo querido. Lo digo así en plan sorprendente, porque en algunas ocasiones nos hemos metido en auténticos "zulos", pero en estas habitaciones, te puedes dar tus paseitos y todo.
Tengo que decir que nosotros no lo encontramos por la página en sí, sino por el buscador trivago y nos salio más económico que en la propia página del hostal.

La comida en Cáceres:
Despues de recorrer medio Cáceres buscando el restaurante Oquendo... Aclaración: En un programa de televisión, Extremadura Directo, creo recordar. Salio un cocinero, llamando Marichocho a una reportera que no sabía el proceso de rebozado en un pescado que estaba cocinando. El acontecimiento tuvo bastante repercusión y daba mucha risa verlo, por lo que fue de los videos de youtube más vistos el año pasado. Y como mi novio es un friki, y le había hecho tanta gracia el tío, continúo, ...no podíamos ir a Cáceres y no ver el restaurante donde trabajaba. Así que a las dos de la tarde y sudando a chorros, descubrimos el restaurante, vimos que sólo el menú del día costaba 29€ por persona, y nosotros que somos "de bajo coste" nos fuimos, no sin antes, hacerse mi chico una foto en la puerta del restaurante, como premio de consuelo por no haber visto al famoso cocinero.
Fuimos buscando y comparando y acabamos en la calle Pintores entrando en el Restaurante Centro. Un sitio muy chulo que aunque tiene terraza en la plaza, merece la pena entrar dentro, ya que el salon está situado como en una antigua bodega, con el techo de ladrillo antiguo. Ya os había dicho que este iba a ser un viaje al pasado. El menú costaba 9€, con bebida y pan incluidos, lo que no te incluía era el postre, que si querías era 1€ más. Por cierto el flan de nata es una pasada. Tienen menu de día y de noche por lo que nos dejamos caer alguna que otra noche despues de visitar Mérida.
El último día, cambiamos y fuimos al que había justo al lado, el Restaurante Pintores 33, y resultó tan bueno o mejor que el anterior. Según dice la leyenda pertenece al mismo dueño. A ciencia cierta, no se sabe, pero la verdad sigue estando ahí fuera.

6 comentarios:

  1. Pero tú qué pretendes... Matarme de envidia?? ;-D Con lo que me gustan a mí los rinconcitos medievales... Y la gastronomía española... Menuda escapadita... Di que sí,con tanto ajetreo,un homenaje te lo mereces,qué narices!!!!
    Un besazo guapa!!

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    1. Je,je, es que reboso maldad >:) Pues si te gustan este tipo de sitios, no los dejes pasar, y te voy a confesar algo, lo primero que destaco de un sitio es si se come bien, ja,ja,ja soy una zamponcilla, pero como luego ando un montón viendo las cosas que hay, pues compenso. A mi este tipo de escapaditas me gustan mucho, y eso que sólo estuve cuatro días,de jueves a domingo :D Muchos besos!!!

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  2. He estado en caceres porque soy mitad extremeña! aunque no lo parezca...jaja es muy bonito! besos

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    1. Pues enhorabuena por tu tierra. Yo no la conocía, a excepción del parque natural de Montfragüe, que me encantó, y ahora Cáceres y Mérida me han gustado mucho. Besos!!!

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  3. Buenísimo el restaurante pintores 33...excelente trato y mejor comida

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  4. Vivo en cáceres, un día pasé como muchos otros por la C/ Pintores y me apeteció tomar un café, entré Pintores 33 y me sorprendió porque sólo entrar el camarero/a me atendió con una amabilidad y me senté en una mesa, me llevaron la prensa del día por si quería leerla y me sirvieron el café americano que estaba a mi gusto. Cuando salí de la cafetería tenía la satisfacción de haber sido bien atendida.
    Otro día pase por allí volví a repetir la operación y el tratamiento fue excelente, a veces suelo ir con mi madre que es una persona mayor y el cariño y la amabilidad con que la tratan es digno de tener en cuenta.
    Por la feria de San Fernando, un grupo de compañeras y amigas de la Universidad decidimos comer en el restaurante, la comida fue exquisita, el trato superior y la calidad precio excelente,
    Desde ese momento he ido varias veces a comer con mi familia y tomo café todos los días así llevo tres años.
    Además parte de las personas que coincidimos allí somos como amigos.
    Os sugiero que vayáis y seguro que repetiréis.
    Manoli

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